La UMA pierde 600 alumnos y consolida su tendencia a la baja

La UMA gana titulaciones, pero pierde alumnado. El cierre provisional de las matriculaciones del actual curso 2006-07 revela que las facultades y escuelas malagueñas cuentan con 613 universitarios menos que hace un año. Ni la nueva carrera de Terapia Ocupacional ni las tres que se implantaron el curso pasado –Podología, Bellas Artes y Arquitectura– han logrado frenar la caída ininterrumpida de estudiantes que arrancó en 2000. La propia institución académica ha desplegado variadas estrategias de captación desde 2004 que tampoco han podido invertir esta tendencia a la baja.Málaga cuenta a día de hoy con 33.098 universitarios frente a los 33.711 de hace un año, según informó ayer el vicerrector de Alumnos de la UMA, Juan Antonio Perles. El dato es consecuencia del cierre del proceso de matriculación del curso 2006-07, que concluyó ayer con la salvedad de que se ha abierto un plazo extraordinario de dos días de duración –30 y 31 de octubre– en aquellas carreras que tienen vacantes. La institución tiene previsto publicar hoy en su página web –www.uma.es– la lista de carreras que aún tienen plazas disponibles.

La importancia de este fenómeno del descenso de alumnos radica en que no es coyuntural. Las universidades andaluzas y españolas en general experimentan esta tendencia desde comienzos de la década. La de Málaga, en concreto, ha perdido casi 6.000 estudiantes desde el año 2000. La caída más acusada de un curso para otro ha sido la del 2003-04, cuando iniciaron las clases unos 1.700 jóvenes menos que el año anterior.

El descenso no se puede achacar exclusivamente a razones puramente demográficas, puesto que la Formación Profesional sí que ha ganado alumnos en este mismo periodo, en parte, por su alto grado de inserción laboral. Los Ciclos Formativos han dejado de ser una alternativa secundaria para jóvenes menos capaces, han mejorado su reconocimiento social y, en consecuencia, experimentan un crecimiento constante desde 2000. Basta un dato: los institutos de Málaga acogen este curso unos 600 alumnos más que el pasado. El mayor aumento se da en los Ciclos de Grado Superior, que son los que exigen el Bachillerato.

Pero la bajada de estudiantes que experimenta la UMA podría haber sido aún más grande. No hay que olvidar que las nuevas titulaciones han permitido enganchar a un buen número de jóvenes que, en mayor o menor medida, se hubieran matriculado en otras universidades. El de Arquitectura es un ejemplo claro. La UMA calcula que unos 200 malagueños estudiaban esta carrera en otros campus del país antes de su implantación en Málaga.

Al margen de la puesta en marcha de nuevas carreras destacan la campaña de mercadotecnia desarrollada para atraer el mayor número posible de estudiantes –el llamado Plan Destino UMA– y las estrategias de captación realizadas en países como Marruecos o incluso China, en pro de la importación de alumnado extranjero para invertir la tendencia actual.

El Plan Destino UMA arrancó el año pasado con medidas como jornadas de puertas abiertas dirigidas a chicos y chicas que cursan segundo de Bachillerato. El Vicerrectorado de Alumnos y la Dirección General de Comunicación coordinan esta y otras actividades de captación que, por otro lado, también persiguen que los jóvenes elijan carrera con acierto y lograr así reducir los índices de abandono.

En cuanto a las campañas para la internacionalización de las facultades y escuelas malagueñas destacan la realizadas en los institutos de Marruecos que, a partir de ahora, serán de ámbito regional y desarrolladas en exclusiva por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Perles explicó que el desembarco de la UMA en el país vecino provocó la quejas de la veterana Universidad de Granada y la consiguiente centralización de estas acciones por parte de la Junta de Andalucía.

Pero Málaga también ha puesto sus ojos en Oriente en busca de alumnos. Actualmente convenia con la universidad china de Sichuan que una treintena de jóvenes de este país asiático terminen sus carreras en Málaga.

Noticia extraida de: Diario Málaga Hoy

Centro más jóven, el espacio multicultural para los jóvenes malagueños

Entre la barriada de Torre Atalaya y la Torre de la Atalaya del puerto de la Torre, propiamente dicho, se está construyendo un centro cultural para jóvenes malagueños, este centro jóven contará (entre otras cosas) con: salón de actos con 500 plazas de aforo, laboratorio de nuevas tecnologías, sala de exposiciones, sala de juntas, aulas de formación, salas de ensayo para grupos de música, salas de talleres lúdico informativas, mediateca y bar cafetería.

Los universitarios pagan 100 euros más de alquiler de piso

Lo más económico, un piso compartido. Aunque el alza inmobiliaria ha repercutido seriamente en el bolsillo de los estudiantes. Juan Román, asesor de ventas, asegura que en el último año el precio de alquiler se ha encarecido en 100 euros mensuales, consecuencia directa de la subida del precio de la vivienda. Según fuentes económicas consultadas, el precio de la vivienda en Málaga se ha incrementado en un 12 por ciento, lo que hace que los arrendatarios de viviendas nuevas encarezcan la cuota de alquiler de forma proporcional. «Hace dos años pagaba 120 euros de alquiler, ahora pago 200. Sin becas no se puede hacer frente a este gasto», afirma Gala Rojas, estudiante cordobesa de 3º de Educación Social, que comparte su piso con otras dos chicas. Como a ella, a muchos estudiantes les cuesta llegar a fin de mes. Otros datos elaborados por idealista.com estiman que alquilar una habitación en Málaga cuesta una media de 291 euros al mes. Aunque depende de la zona.

Vivir en Teatinos, o hacerlo en Carretera de Cádiz supone una diferencia de 200 euros. Un piso de tres habitaciones en la primera zona oscila los 750 euros al mes, frente a los 550 de Carretera de Cádiz. En el centro histórico de la ciudad, el baremo se mantiene en los 800 euros mensuales. Estos datos evidencian que la diferencia abismal que existía en años anteriores entre vivir en una residencia o en un piso compartido se ha ido reduciendo. Según ha podido comprobar este periódico, hace dos años la diferencia alcanzaba los 250 euros. En la actualidad, no supera los 100. Sin embargo, esta opción es escogida sólo por el 12 por ciento de los universitarios de fuera de Málaga. Balcón del Romeral, ubicada en Teatinos, es la más cercana al recinto universitario. Alberga más de 200 plazas y su precio incluye alimentación y limpieza, además de servicios de lavandería y conexión a internet. Responsables de la UMA coinciden en la escasez de subvenciones públicas para el alojamiento, que afecta a los estudiantes con menos recursos. En este sentido dispone de una única residencia, Alberto Jiménez Fraud de Portada Alta que cuenta con 257 plazas, un número escaso para la importante demanda de solicitudes que registra. Al margen de esta, los estudiantes cuentan con 150 plazas becadas por la Junta distribuidas entre la residencia Andalucía y La Rosaleda.

Por otro lado, la Diputación de Málaga también pone al servicio del universitario 40 becas subvencionadas que aportan una cuantía mensual de 160 euros.

Estudiar sale por un ojo de la cara. Los alumnos establecidos en la capital además de cambiar temporalmente de domicilio, deben hacer vida diaria, lo cual implica que sus necesidades revierten en beneficios económicos para la capital. Compran en los supermercados, salen de fiesta y adquieren productos en comercios malagueños. Este dispendio supone un gasto de casi 6.000 euros por curso académico, sin mencionar el pago de la matrícula.

A pesar de que la oferta de alojamiento universitario es muy amplio, lo cierto es que las viviendas de régimen de alquiler han bajado en los últimos años un 7,4 por ciento, lo que representa sólo un 12 por ciento del cómputo global de viviendas en Málaga, según datos del Observatorio Joven de la Vivienda.

La Junta de Andalucía construirá viviendas nuevas para los vecinos de Los Asperones

A mediados del pasados mes de mayo, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía anunciaron que habían llegado a acuerdo para hacer realidad uno de los proyectos en materia de viviendas sociales más debatidos en los últimos años: el desmantelamiento de la barriada de Los Asperones y la dispersión de sus habitantes por diferentes zonas de la ciudad. Sin embargo, los responsables provinciales del Gobierno andaluz han cambiado de parecer en los últimos meses y han puesto en marcha una nueva propuesta para este asentamiento marginal de la ciudad que consiste en la realización de viviendas protegidas en el lugar y el realojo en ellas de algunas de las casi doscientas familias que habitan las actuales casas prefabricadas.

El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Marcos, explicó que la nueva actuación responde al modelo de intervención sobre barriadas marginales que contempla la Junta para estos casos. «El Ayuntamiento nos proponía la desintegración del lugar, pero la idea de la Junta no coincide», aseveró Marcos, quien agregó que la Administración andaluza apuesta «por que la gran mayoría de las personas que viven en ese lugar puedan continuar en él pero de otro modo, es decir, con viviendas más dignas, con los equipamientos necesarios y ayudados por programas sociales para que puedan lograr un empleo».

Gueto

No obstante, el delegado confió en que los futuros Asperones no sigan siendo un gueto, «sino que puedan vivir allí otras personas que accedan a las viviendas públicas que se hagan en venta o en alquiler».

La promoción de esas viviendas, cuya cantidad no está aún concretada, correrá a cargo de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), cuya delegación malagueña ya ha contratado a un trabajador social de Cáritas, que tiene un gran conocimiento de la problemática del lugar, para que realice un informe exhaustivo de sus moradores. El resultado de ese documento servirá para determinar el número de viviendas que se podrán hacer, ya que indicará cuántas familias reúnen las condiciones para poder quedarse en los nuevos pisos que construya la Junta y cuántas optan por marcharse a otro lugar a medida que vayan desapareciendo las actuales casas prefabricadas.

La idea de la Junta es construir las nuevas viviendas junto a las casas prefabricadas para que éstas se vayan derribando a medida que los nuevos bloques se terminen y vayan a vivir a ellos familias de Los Asperones y de otros puntos de la ciudad. «Queremos que no sea un ‘gueto’ y que se convierta en una zona más de Málaga», apuntó José Luis Marcos, quien adelantó que esta actuación puede suponer un coste cercano a los 60 millones de euros. «Junto a la transformación física haremos una actuación integral desde el punto de vista de la escolarización y la búsqueda de empleos para que los vecinos de Los Asperones puedan vivir de forma normalizada con cualquier otro ciudadano de Málaga que decida residir en esa zona», comentó.

Marcos confió en que este proyecto pueda contar con el apoyo del Ayuntamiento. «Vamos a tener seguro el apoyo del Consistorio. Contaremos con la Policía Local para que no se hagan chabolas allí, una vez que estén en marcha las nuevas viviendas», apostilló.

Sin embargo, la concejala de Vivienda y Bienestar Social, Mariví Romero, expresó a este periódico su rechazo por la iniciativa autonómica para Los Asperones. «Todo lo que sea mantener allí el mismo núcleo de familias será un fracaso. Algo parecido se ha hecho en Sevilla y no ha funcionado», sentenció Romero. «El Ayuntamiento va a seguir trabajando en el lugar, pero nuestra postura es que sus habitantes se dispersen y se integren en la ciudad», añadió. Por su parte, Marcos declaró: «Aunque el Ayuntamiento se niegue, lo haremos, pero creo que no se va a negar».

Los Asperones se construyó hace 18 años a las afueras de la ciudad -junto al cementerio de San Gabriel y el centro ambiental de Los Ruices- para albergar a personas que vivían en núcleos chabolistas. En el lugar existen 180 viviendas que están habitadas por un millar aproximado de personas.

Noticia extraida de: Sur Digital

Todas las carreras universitarias serán de cuatro años a partir de 2008

La universidad española estrenará traje en el curso 2008/2009, cuando comience a implantarse la profunda reforma que prepara el Gobierno para homologar los estudios españoles al espacio europeo. A partir de ese momento los centros ofrecerán títulos de Grado, Másters y Doctorados, cuya estructura fue presentada ayer por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera.
Es un cambio radical en los planes de estudios, que tendrán que pasar tres filtros: el del Consejo de Evaluación Universitaria, el del Gobierno y el de las Comunidades Autónomas. Además periódicamente se someterán a evaluación.
El estudiante que inicie una carrera universitaria en el curso 2008/2009 se encontrará con un panorama diametralmente diferente al actual. Para empezar, las licenciaturas y diplomaturas desaparecen para ser sustituidas por títulos de Grado, Posgrado y Máster. Lógicamente, los títulos de Grado son el primer paso. Constan de 240 créditos repartidos en cuatro años, de los que los primeros 60 serán comunes en varias carreras englobadas en un mismo bloque.

Cinco áreas. Ésta es otra de las importantes novedades que introduce el Gobierno, con el objetivo de evitar el abandono de los estudios superiores. Las carreras se agruparán en cinco grandes áreas: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura. Las carreteras integradas en en el mismo área compartirán los primeros 60 créditos de manera que puedan cambiar de carrera en cualquier momento.
Además Cabrera explicó que el título de Grado «facilitará el acceso al mercado de trabajo sin que sea necesario un nivel de formación complementario». El Grado está generalizado en América con lo que se permite la homologación con otros sistemas universitarios no europeos, y fomenta la proximidad a proyectos como el Espacio Iberoamericano de Conocimiento. También se promoverá que los estudiantes realicen al menos un semestre en una universidad extranjera.
Aunque las diplomaturas desaparecen, una vez que se superen 120 créditos del título de Grado se obtendrá un Certificado de Estudios Universitarios Iniciales, que, según aclaró la ministra, no es un título sino un certificado que demuestra lo que el alumno ha cursado hasta ese momento. El único requisito para obtener el Certificado es que 60 de los 120 créditos sean de la enseñanzas comunes, pero no cerrará el paso a otras asignaturas de cursos superiores.
Para obtener el título de Grado se hará un trabajo de fin de curso, cuya valoración en créditos será establecida en los planes de estudio y que estarán incluidos en el cómputo total de 240 créditos.
Una vez superado este paso, el alumno puede disponerse a hacer un Máster, cuyo objetivo es la especialización en una disciplina o en varias y que incluirán la investigación. Los Másters supondrán entre 60 y 120 créditos y, según las previsiones del Ejecutivo si el alumno va «en su curso», se cursarán entre los 23 y los 24 años. El Máster concluirá con un proyecto o trabajo que se expondrá de forma oral pública.

Especialización. Finalmente, los Doctorados contarán con un periodo de formación de 60 créditos y un periodo de investigación. Para acceder al periodo de formación del Doctorado habrá que tener el título de Grado, mientras que para acceder al periodo de investigación habrá superar la fase de formación o bien haber cursado un Máster.
Una vez creada la propuesta de reforma, el Consejo de Coordinación Universitaria deberá emitir un informe en un mes, para que el Gobierno posteriormente elaboré las directrices de ramas del conocimiento y las Universidades diseñen los títulos que quieren impartir y los planes de estudios correspondientes. El Ministerio de Educación y ciencia creará con las propuestas de la Universidades el Registro de Universidades, Centros y Títulos.

Noticia extraida de: La Opinión de Málaga