El futuro, a una carta (oposiciones para profesores de enseñanza Secundaria)

TRAS horas y horas de preparación llegó el momento. Nervios a flor de piel, sudor de manos y repasos de última hora. No importó si el fuerte viento daba una tregua para ir a la playa o si había atascos en el tráfico para llegar a la costa. Su preocupación no era la de otros domingos, ya que ayer debían resolver una prueba decisiva para su futuro. Y es que cientos de malagueños se enfrentaron a la primera prueba de las oposiciones a profesores de enseñanza Secundaria, para la que la Consejería de Educación ha ofertado un total de 2.382 plazas en toda la comunidad andaluza.

La jornada comenzó a las nueve de la mañana, en varios centros del campus de Teatinos y simultáneamente en los 205 tribunales constituidos en toda Andalucía para examinar a los 26.966 aspirantes. Muchos ya habían pasado por las aulas en las que ayer se jugaban su porvenir pero esta vez aseguraron acudir más nerviosos que nunca. «Es increíble, me he examinado muchas veces en estas mesas pero hoy estoy atacada», confesó Ana María Sánchez.

Desde que comenzó a estudiar el pasado mes de septiembre, María del Mar Barrera tuvo muy claro que debía aprender a controlar su estado de ánimo para que éste no influyera sobre ella el día del examen. Por ello, esta malagueña optó por acudir a clases de yoga, actividad que ha compatibilizado con el estudio durante todos estos meses. «Creo que el autocontrol es fundamental para hacer bien el examen así que hasta hoy estudiaba ocho horas al día y dos veces a la semana iba a yoga para relajarme», comentó la joven.

Competir con interinos

Como ocurre en todas las convocatorias de este tipo, el debate sobre la presencia de interinos en la misma prueba también estuvo ayer en boca de los aspirantes a profesores. Consciente de que sus seis años de experiencia profesional le aportan una mayor madurez, Amalia Guerra aseguró que los interinos no tienen ventajas en el examen y que el mayor problema de las oposiciones no es éste sino «la poca objetividad en la corrección de las pruebas». Como ella José Manuel Morales apuntó que hoy día «existe la idea errónea de que el interino se presenta al examen sin estudiar».

Los nervios vividos ayer por estos miles de malagueños se trasladaron también a sus acompañantes, que quisieron apoyar a sus seres queridos en este momento tan importante en sus vidas. Este fue el caso de Eva Medina que permaneció toda la mañana en la facultad de Telecomunicaciones donde se examinaba su marido. «Estoy hasta más nerviosa que él», confesó la mujer, para la que es clave la actitud de las personas que rodean al opositor. «En esto, como en otros aspectos de la vida, hay que tener mucha comprensión y debes disimular los nervios para no contagiárselos», recomendó.

Esfuerzo, constancia y buena fortuna. Estos son para la mayoría los requisitos necesarios para hacerse con una plaza en estas oposiciones. «Es imprescindible tener buena suerte porque te lo juegas todo en una mañana. No creo que un sólo examen se demuestre si alguien es buen profesor», dijo Javier Bermúdez.

Ahora, y a pesar de los nervios vividos, sólo queda esperar al 10 de julio para saber a qué opositores acompañó finalmente la buena estrella que les permitirá realizar la prueba decisiva: la exposición oral ante un tribunal.

Noticia extraida de: Sur Digital