`El Gordo´ esquiva Málaga y se reparte por varias provincias

El Sorteo Extraordinario de Navidad 2006, que durante 214 minutos de nervios, tensión y emoción repartió este año un total de 21.142 millones de euros en premios a través de 85.000 números en 180 series, ha regado de billetes prácticamente todo el territorio nacional; sobre todo, el primer premio, el Gordo, el 20.297, un número que ya tiene experiencia en esto de engordar cuentas bancarias: curiosamente, el ya fue el primer premio del Sorteo de Navidad del lejano año 1903.
El Gordo fue madrugador y apareció en la segunda tabla, cuando los niños Naomí Sánchez y Bryan Lafebre cantaron a las 9.49 horas, respectivamente, el número 20.297 y los 3 millones de euros a la serie correspondientes. De este premio se vendieron 150 series en la Administración 1 de Almazán (Soria), que repartió 400 millones; 30 en la 1 de Santiponce (Sevilla), que distribuyó 90 millones; 15 series en la 1 de Onil (Alicante), que dio 45 millones, aunque también estaba consignado en las administraciones 1 de Benidorm (Alicante), 11 de Valencia capital, 3 de Vitoria y 12 de Fuenlabrada (Madrid).

Agraciados. Entre los agraciados con el primer premio están el presidente del Sevilla FC, José María del Nido, con 300.000 euros, el Ayuntamiento y el cuartel de la Guardia Civil de Santiponce (Sevilla) y un popular restaurante de la localidad, una empresa de Lepe, una mujer marroquí con seis hijos que compró dos décimos en Alicante, un grupo de trabajadores que compró dos décimos en Alicante con lo que les sobró de la cena de Navidad, el propietario y un empleado de una carnicería de Jiménez de Almazán, con 600.000 euros… Anécdotas e historias de todo tipo y pelaje las protagonizadas por los nuevos millonarios.
La titular de la Administración número 1 de Santiponce, Ana María Ruiz, indicó que a última hora uno de los décimos ganadores fue devuelto. En este establecimiento se vendieron 300 décimos, parte de ellos entre el personal del restaurante que, pese a todo, decidió abrir ayer, celebrar su suerte con los clientes y consolar a la citada lotera, que no se quedó ningún décimo premiado.